El poder femenino en el Reino Nuevo egipcio
La realeza femenina era complementaria a la masculina y no podía existir una sin la otra. Sin la reina se corría el riesgo de que el caos se apoderara del país, aunque su figura se mantenía siempre a la sombra del faraón. Pese a ello, el poder de algunas de estas mujeres fue tal, que incluso llegaron a sentarse en el trono de las Dos Tierras, gobernando el país como Horus femenino.
Ramsés II, el gran faraón
Ramsés II fue uno de los faraones más famosos de la historia del antiguo Egipto. Incansable batallador, con un largo reinado y gran constructor, gobernó un Egipto que se encontraba en su máximo esplendor. Asimismo, llenó el valle del Nilo con su nombre y divinizó su persona, consiguiendo llegar hasta nuestros días como Ramsés II el Grande.