Catilina y su conjura. El golpe de estado más famoso de la historia de Roma
Después de fracasar en varias ocasiones en su anhelo de conseguir ser cónsul de la República, Catilina decidió forzar la situación. Si no conseguía el poder de forma legal, lo tomaría con sus propias manos. Prometió la eliminación de las deudas a sus seguidores, un revolución que el Senado no podía tolerar.